La respuesta del BCRA es coincidente con la que oportunamente nos entregara la Major League Soccer.

Esta semana confirmamos nuevamente lo que venimos investigando hace años con la Agrupación Unidos por Banfield. La venta de Julián Carranza, que según los medios de comunicación se había hecho en 6 millones de dólares, se hizo en 2 millones de dólares.

Primero fue la Major League Soccer la que, con documentación oficial, respondió que la transferencia de Julián Carranza de Banfield a la MLS, para jugar en el Inter Miami, fue en 2 millones de dólares. Luego fue Futbolistas Argentinos Agremiados quién aseguró que esa información era correcta. Ahora es el Banco Central de la República Argentina el que confirma que esta fue la cifra definitiva de la venta.

Según la respuesta del BCRA «se registraron 6 operaciones de venta de moneda extranjera por transferencias de fondos desde el exterior por un total equivalente a $126.485.054, donde el número de identificación del cliente coincide con los de la firma FIDEICOMISO DE RECONSTRUCCIÓN BANFILEÑA».

Son varias las cosas que podemos decir de esto: Eduardo Spinosa armó una operatoria para informar los valores irreales de una operación trascendental para la historia de Banfield, no a través de los canales oficiales sino a partir de su buena relación con los medios de comunicación.

¿El motivo? La alternativa menos dañina, y a la vez más ingenua, indica que no podía decir los números reales de una operación tan baja para uno de los mejores jugadores de Banfield. Las otras alternativas pueden recorrer caminos más oscuros.

¿La precupación? Son varias, pero en específico nos alerta nuevamente sobre la reciente venta de Giuliano Galoppo al São Paulo de Brasil, una operación que es cuestionada por el propio jugador, que manifestó que tuvo que «renunciar» a varias cuestiones referidas a su pase.

La operación no sólo no es clara, sino que repite el mismo modus operandi que la de Carranza: la información se dio a través de los medios de comunicación y periodistas, pero nada se hizo oficial desde el Club. Es más preocupante cuando nos enteramos que la misma se hizo a través de criptomonedas y billeteras virtuales en una operatoria que los socios y las socias desconocemos. No resulta sorprendente que, ante todas las consultas, el propio Spinosa haga circular audios de WhatsApp en el que intenta explicar, sin dar detalles, por qué es una opción beneficiosa para Banfield.

La gestión de Spinosa, investigado e imputado en la justicia por defraudación al Club, sigue operando a espalda de los verdaderos dueños de Banfield: sus socios y sus socias.