Es urgente que las mujeres ocupen cada vez más lugares de toma de decisiones para construir una sociedad más equitativa e igualitaria. Y esos espacios deben darse en todos los ámbitos.

Me tocó presidir durante muchos años la Agrupación Unidos Por Banfield, con la que competí en las últimas elecciones del Club Atlético Banfield. El año pasado, en las vísperas de las elecciones, una decisión se impuso por su propio peso: los cargos directivos de nuestra agrupación debían ser de las mujeres.

Las mmujeres siempre han estado relegadas en las directivas de los clubes de fútbol y han estado alejadas de los espacio de decisión. De 2000 cargos ejecutivos en el sector deportivo en 2021 en Argentina, solo el 8 por ciento es ocupado por mujeres.

Banfield, el Club de mis amores, desperdició una oportunidad única cuando la conducción estuvo a cargo de Lucía Barbuto, una presentación que fue 100% marketinera y 0% ejecutiva. Pero no sólo perdió Banfield, sino el fútbol argentino.

Según un informe del INADI del año 2019, el fúbol es el deporte más practicado por las mujeres de nuestro país. Es menester que entendamos que también necesitamos que su participación sea concreta y esté a la par de una constante capacitación en temas de género.